
Etapa propedéutica
Corresponde a la finalización de la etapa de búsqueda que se inicia en la pastoral vocacional. El objetivo principal consiste en asentar las bases sólidas para la vida espiritual y favorecer un mejor conocimiento de sí, que le permita al candidato al ministerio sacerdotal, el desarrollo personal. En este periodo se espera que se profundice y se fundamente mejor el discernimiento iniciado en la etapa de búsqueda en la pastoral vocacional. En esta etapa se ofrece al candidato el acompañamiento personal y comunitario, para que pueda profundizar en su conocimiento personal y en sus motivaciones frente al proceso formativo que inicia. Con estos elementos y la ayuda de los formadores, y los agentes de la formación vinculados a esta etapa, el candidato discierne la conveniencia de continuar la formación sacerdotal o emprender un camino de vida diverso. (Ratio Nationalis Para Colombia, 57).
Etapa discipular
Esta etapa es llamada discipular porque pretende que el seminarista llegue a tomar la decisión definitiva y vinculante de ser discípulo misionero del Señor, en camino de seguimiento hacia el sacerdocio ministerial y la vivencia de los consejos evangélicos. Discípulo es: “aquél que ha sido llamado por el Señor a estar con Él (Cf. Mc.3, 14), a seguirlo y a convertirse en misionero del Evangelio. ahora se trata de lograr que el futuro pastor crezca en la construcción de su propia persona y en la vida comunitaria, en su vida cristiana y espiritual, en el encuentro con las ciencias filosóficas que le van a enseñar a pensar, a abrirse a las ciencias humanas, al mundo del pensamiento científico, en una proyección pastoral que le haga conocer los rasgos del discípulo misionero. La etapa discipular se encamina a adquirir el grado de libertad y madurez interior, que dispongan al seminarista a iniciar con serenidad y gozo, el camino que lo conducirá hacia una mayor configuración con Cristo en la vocación al ministerio ordenado. (Ratio Nationalis Para Colombia, 68-69).